miércoles, 18 de julio de 2007

Restaurar una lámpara de forja

Como amante de los elementos decorativos de estilo rústico, una lámpara antigua de forja es todo un reto, especialmente cuando no se encuentra en unas condiciones óptimas.
Una de las partes más visibles de la restauración es la de retirar el óxido y volver a pintarla con pintura imitación forja para mantener ese aspecto rústico. El estropajo de acero es nuestro gran aliado para quitar el óxido.

Si bien la estética es importante, cuando tratamos con aparatos eléctricos is crucial asegurarse de que la instalación está en perfectas condiciones.
En este caso tuve que hacer varios cambios de importancia:
  • Sustituir uno de los ramales de cables que estaba cortado
  • Cambiar todos los casquillos por otro nuevos y actuales
  • Sustituir los empalmes donde confluyen todos los cables por una clema



Por último unas tulipas nuevas a juego le dan el toque final.